Su nombre era Malintzin, su vida inicia en Coatzacoalcos, ella era hija de un cacique que la vendió como esclava. Años después, Cortés, la recibió, pues hablaba Náhuatl y Maya y la convirtió en su traductora.
La Malinche fue llamada Marina y de su relación con el conquistador, nació Martín Cortés. Uno de los dos hijos de Cortés, del mismo nombre, que fue condenado a muerte por participar en una conjura para derrocar al Virrey.
Malintzin fue dada después al capitán Alonso Hernández Portocarrero, y años después se casó con Juan de Jaramillo. Tuvo un regalo de bodas nada despreciable: Un vasto terreno cerca de Chapultepec para una casa de recreo, otro en San Cosme para una huerta, la arboleda de Moctezuma en Coyoacán y las casas que ocupó en las calles de Medina, hoy República de Cuba.